Trascendencia de los baquianos y su importancia en la construcción del conocimiento de la Orinoquía.

Autores/as

  • Omar Carrero Universidad de Los Andes, Facultad de Ciencias Forestales y Ambientales, INDEFOR Mérida, Venezuela.
  • José Guevara Universidad de Los Andes, Facultad de Ciencias Forestales y Ambientales, Herbario "`Carlos Liscano"´ MER, Mérida, Venezuela.

Palabras clave:

origen del término baquiano, orinoquía, conocimientos ancestrales, venezuela

Resumen

Un Baquiano es una persona con amplios conocimientos de un territorio en particular o versado en alguna práctica que involucra trabajos de campo. El origen del término, que inicialmente se creyó Arahuaco, es europeo con raíz árabe, heredado de los musulmanes que ocuparon Andalucía a través del arabismo “AL BAQĪYA” (“el resto" o "lo que queda”), El tiempo cambió BAQIYA por BAQUÍA, un vocablo con el cual se identificaban a los españoles que permanecieron en “Guanahaní” luego del primer viaje de Colón. Su misión: aprender la lengua aborigen, los nombres y usos de plantas, animales, pueblos, ríos, caminos, entre otros, y servir de guías a futuras expediciones. En nuestro medio, el concepto de Baquiano cubre a otros campos distintos al geográfico: históricos, climáticos, gastronómicos, botánicos o líricos. Su memoria guarda anécdotas, cuentos, leyendas o poemas. “Lee las señas del cielo” o cura mediantes rezos y yerbas. Se llega a Baquiano después de pasar una serie de pruebas: poseer muy buena memoria, un refinado espíritu de observación, un prolongado arraigo en un territorio, y mucho contacto con “los viejos” para aprender de sus remembranzas. Los baquianos no han sido debidamente reconocidos, sólo se les menciona en agradecimientos y en muy contados casos se citan como coautores. La migración campo-ciudad frenó la agregación de nuevos eslabones a la cadena de conocimientos que se originaba en el campo. Se hace necesario formar a estos prácticos, actualmente llamados parataxónomos, aunque esta tarea parece difícil por la ausencia de los viejos, dueños del saber ancestral y porque los jóvenes que habitan los pueblos se han desconectado del ambiente rural. Abstract A baquiano knows a territory or is an expert in a certain practice. The term’s origin, that was initially thought to be Arahuaco, is European with Arab roots inherited from the Muslims that occupied Andalucía. The Arabic word Al Baqiya (“the rest” or “what’s left”) identified the Spaniards that remained in Guanahaní after Columbus’ first trip. Their mission: To learn the native language, the names and uses of plants and animals, and the names of towns, rivers and roads or paths, among other things. They were to serve as guides for new expeditions. Baqiya changed to Baquía over time. In our area the concept of Baquiano covers other fields beside territorial: history, climate, gastronomy, botany and poetry. Their memory includes anecdotes, stories, legends, poems and reading the signs of heaven. The baquiano status is acquired by passing certain tests: having a good memory, a refined ability to observe, a prolonged identification with the territory and close contact with elders (“Los Viejos”) to learn from their memories. They haven’t received their deserved recognition. They’re only mentioned in acknowledgements and in rare cases are given credit as coauthors. Migration to cities has impeded adding new links to the knowledge chain that originated in rural areas. Training them, now called parataxonomists, is a necessity, although true Baquianos were more instructed and knowledgeable. This is a task that appears difficult due to the absence of the elders who possessed ancestral knowledge and that town youths are mostly disconnected from rural life.

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Publicado

2018-03-20